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VERTMONDE: Qué es E-Waste ¿También es un residuo?

  • Foto del escritor: CERES
    CERES
  • hace 13 horas
  • 2 Min. de lectura

El e-waste o RAEE (residuo electrónico) es algo que todos producimos, en nuestras casas u oficinas, aunque no siempre les prestamos atención. Y no, no es solo un tema ambiental o tecnológico: también tiene que ver con la gestión de activos, cumplimiento legal y hasta con la seguridad de los datos.


E-waste es cualquier aparato electrónico que ya no sirve, está roto o quedó obsoleto. Hablamos de computadoras, notebooks, monitores, impresoras, celulares, cargadores, routers, pendrives… todo eso que usamos a diario en una oficina y que, en algún momento, dejamos de usar, por ejemplo:




Pero no es solo “basura tecnológica”. Son equipos que contienen materiales reciclables y también sustancias peligrosas, como plomo, mercurio o cadmio. Por eso, no pueden tirarse como cualquier residuo común.


La cantidad de e-waste que generamos en el mundo está creciendo mucho más rápido que nuestra capacidad de gestionarlo. Según la ONU, solo se recicla un pequeño porcentaje a nivel global. El resto termina en botaderos, muchas veces de forma ilegal o en condiciones peligrosas.


Cuando estos residuos no se manejan bien, pueden liberar sustancias tóxicas que afectan al ambiente y a la salud de las personas. Y si todavía contienen datos —como discos duros o celulares corporativos— también hay riesgo de filtraciones o pérdida de información sensible.


Además, en muchos países (incluido en Ecuador), existen normativas que regulan cómo deben gestionarse estos residuos. Ignorarlas puede derivar en sanciones para las empresas, además graves problemas ambientales que tal vez no los veamos inmediatamente, pero que están silenciosamente sucediendo contaminando suelo y agua.


¿Qué tiene que ver conmigo o con mi empresa?


Si trabajas en una empresa, probablemente estés involucrado en la compra, control, uso, mantenimiento o baja de equipos electrónicos. Y ahí entra el e-waste, aunque no esté nombrado así en los procesos.


Hoy, muchas auditorias y políticas de sostenibilidad ya incluyen temas de gestión de residuos y especialmente RAEE. Incluso hay clientes y proveedores que exigen certificaciones sobre cómo se manejan estos activos una vez que dejan de usarse.

Y no se trata de convertirse en experto en reciclaje, pero sí de tener en cuenta algunos puntos clave:


  • Mantener un inventario actualizado de los equipos tecnológicos de la empresa, con fechas de adquisición y estado.

  • Trabajar con proveedores certificados que garanticen el tratamiento adecuado de los residuos electrónicos (con certificaciones y procesos técnicos).

  • Coordinar con otras áreas para implementar políticas internas claras de gestión de e-waste.


En otras palabras: no es solo un tema del departamento de sistemas o del encargado de bodega. También impacta en la gestión administrativa, en la imagen corporativa, y nuestra responsabilidad como consumidores de tecnología.


No es solo botarlos, regalarlos!… es gestionarlos


El e-waste no es un tema lejano ni exclusivo de las empresas de tecnología. Todas las oficinas y hogares generan residuos electrónicos y, aunque a veces pasen desapercibidos, son un riesgo  real.


Gestionarlos bien no es complicado, pero sí requiere atención y coordinación. Y empieza por algo tan simple como saber cuales son, cual es la forma correcta de hacerlo y encontrar el mejor aliado para hacerlo fácilmente. Acá te compartimos una guía de como calificar proveedores para la gestión de RAEE 

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